Bloqueo y continuación
Segunda unidad
No se falta a la verdad si se dice que Covirán Granada cayó contra Baskonia por el pobre rendimiento que ofreció su segunda unidad el pasado domingo. Así lo atestigua la fría estadística, en la que algunos jugadores llegaron a amasar un +24 estando en pista, mientras que otros llegaron a reflejar hasta -28. En especial, el juego del equipo se resentía cuando Jonathan Rousselle estaba en el banquillo, pues a Sergi García le está costando volver a coger el ritmo de competición tras sus semanas lesionado.
No es cargar las tintas contra unos jugadores que a buen seguro hacen lo máximo para dar su mejor versión, pero sí que se pudo ver cómo Baskonia, que tampoco jugó un partido primoroso, se marchó en el marcador en un tercer cuarto en el que quizá las rotaciones no fueron las más propicias. Los de Pablo Laso aprovecharon su superioridad física y su mejor acierto ofensivo en un momento en el que nadie se erigió como líder nazarí. La regularidad y aplomo que se le podría pedir a hombres como Scott Bamforth o Gian Clavell está brillando por su ausencia, y son más las ocasiones en que se precipitan o fallan que las que aciertan.
No obstante, no todo fue negativo el domingo. El equipo demostró que tiene espíritu combativo, pues a punto estuvo de remontar in extremis. Además, Agustín Ubal cada vez va cogiendo más galones, no solo en defensa, donde es el principal baluarte exterior, sino que en ataque va teniendo un protagonismo más constante. Sería una excelente noticia de cara al futuro que el uruguayo continuase con la gran progresión que está mostrando desde que llegase en verano casi como último jugador de la rotación.
