Coviran Granada se mete en serios problemas tras caer frente a Río Breogán, 81-88
Los nazaríes no estuvieron a la altura de las circunstancias y cedieron ante su inmediato perseguidor
Coviran Granada no hizo los deberes y, como los malos estudiantes, tendrá que ir a las recuperaciones que supondrán los partidos frente a Zaragoza, Real Madrid y Gran Canaria. Los de Pablo Pin fueron un manojo de nervios frente a un Río Breogán mucho más pausado y tiraron por la borda lo logrado en Palencia apenas una semana antes. El conjunto nazarí no estuvo bien ni en ataque (9 de 27 en triples) ni en defensa, concediendo muchísimas facilidades a jugadores como Robinson o Polite. Los despistes y las pérdidas de balón hicieron el resto, y aun con todo los rojinegros tuvieron en las manos de Kwan Cheatham el triunfo, pero su tiro sobre la bocina pasó de largo, como el tren de la salvación que ahora habrá que abordar en estaciones más complicadas.
El partido comenzó con Coviran nervioso y fallón, superado por las expectativas que ponía un Palacio de los Deportes hasta la bandera (pero que en ocasiones pareció el Pazo de Lugo, pues el centenar de aficionados gallegos animaba con mayor ímpetu que los 8000 locales). No fue si no hasta que David Krämer se entonaba cuando Coviran se metió en el partido, llegando a tener, incluso, ventajas de 7 puntos que parecían vaticinar algo totalmente diferente a lo que se desarrolló posteriormente. El técnico visitante pedía tiempo muerto y ajustaba su ataque para evitar que las pérdidas continuasen dando oxígeno a los locales, que vieron cómo los lucenses poco a poco iban acortando diferencias hasta dejar el marcador en 18-17.
El segundo cuarto fue nefasto para los intereses granadinos. Ni en ataque, donde se erraban ocasiones una y otra vez, fruto del atolladero que es el juego en estático del equipo durante toda la temporada, ni en defensa, donde Polite y Robinson perpetuaban el parcial arrastrado en el periodo anterior y lo elevaban hasta el 2-14. Pablo Pin pedía tiempo muerto, pero de nada servía, puesto que no se ajustaba ni un solo patrón de juego y la brecha se habría hasta los 10 puntos, 25-35, con los gallegos directos hacia el triunfo. Scott Bamforth se erigía como fuente anotadora para Coviran, y cuando parecía que se llegaría al descanso con algo de esperanza, 5 puntos consecutivos en apenas 10 segundos, con triple sobre la bocina incluido, volvían a echar un jarro de agua fría sobre la parroquia local, 36-45 al descanso.
Tras la reanudación Coviran continuaba sufriendo muchísimo para anotar, mientras que Breogán se mostraba mucho más cómodo sobre el parquet. Krämer y Bamforth, los únicos que de manera algo más regular aportaban en ataque, se aliaban para, con sendos triples, apretar el electrónico a tan solo 4 puntos de diferencia. No obstante, cuando el partido estaba más óptimo para que los locales diesen caza a su rival, Christian Díaz enlazaba una serie de errores impropios de un profesional, tanto en ataque como en defensa, y se volvían a sufrir desventajas de 9 puntos, 52-61. Entre Rousselle y Felicio se propusieron volver a poner a Coviran en el encuentro, logrando entre ambos un parcial favorable 8-0 mediante el pick and roll, y de ahí al triple, nuevamente sobre la bocina y a tablero, de Sergi García que mandaba el partido al último cuarto con 62-66.
El buen momento de Felicio se prolongaba en el último periodo, al cual se unía un Lluis Costa que hasta ese instante no había estado demasiado presente en el choque. Con una canasta de Valtonen se colocaba por delante Coviran por primera vez desde el final del primer cuarto, 72-71, a 5 minutos para la conclusión del partido. Una vez más, errores de concentración, rebotes que no se atrapaban por falta de convicción y pérdidas de balón conducían a que Breogán volviese a irse en el electrónico por más de 2 posesiones de distancia. Al último minuto se entraba con 5 puntos de ventaja para los lucenses, que trataron de ser contrarrestados por sendos triples de Cheatham y Krämer, pero no fueron suficientes armas para dar alcance a un Breogán que, a pesar de agotar la última posesión, defendió bien el escaso segundo que le quedaba a Kwan Cheatham para lanzar un tiro de 2 que ni siquiera tocó aro. Quizá hubiera sido más acertado hacer falta en la posesión anterior y, de esta manera, gozar de mayor tiempo para tener una jugada algo más elaborada, pero de quimeras no se ganan partidos, y mucho menos se mantienen categorías, como es el caso, tras el 84-85 final.
COVIRAN GRANADA 84: Cristiano Felicio 12, Kwan Cheatham 13, Lluis Costa 12, Pere Tomàs 0 y David Krämer 22 – quinteto titular – Malik Dime 0, Jonathan Rousselle 2, Scott Bamforth 17, Elias Valtonen 4, Jake Wiley 2.
RÍO BREOGÁN 85: Ben McLemore 6, Stefan Momirov 8, Sergi García 7, Juan Fernández 12 y Toni Nakic 2 – quinteto inicial – Anthony Polite 21, Justin Robinson 15, Matas Jogela 11, Jordan Sakho 1, Sergi Quintela 2.
PARCIALES: 18-17, 18-28, 26-21, 22-19.
ÁRBITROS: Calatrava, Torres y Baena. Eliminaron al local Valtonen por 5 faltas personales.
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la trigésimoprimera jornada de Liga Endesa disputado en el Palacio Municipal de Deportes de Granada ante 8283 espectadores.
El técnico nazarí destacó el paso adelante en defensa que dio su equipo en la segunda mitad
CRÓNICA | El equipo de Pablo Pin realiza una espectacular segunda mitad para llevarse el triunfo
