La portería de las lamentaciones
CONTRACRÓNICA | Boyé mandó al limbo una pena máxima en el mismo fondo en el que Molina no acertó desde el punto de penalti para lograr la salvación
Llegaba el líder a Los Cármenes y el Granada no se arrugó, desafió con madurez la propuesta del Elche, poniendo a los de Sarabia contra las cuerdas, cerca de mandarlos a la lona con un penalti que podía cambiar el rumbo de la temporada para los rojiblancos, pero Boyé, infalible desde los once metros este curso, no acertó con la portería rival.
Caprichos del destino, el error del argentino llegó en el mismo fondo donde Jorge Molina erró un penalti ante el Espanyol que, de haber entrado, podría haber dejado a los rojiblancos en la máxima categoría, pero la pelota se marchó rozando el poste y el Granada fue incapaz de romper el empate, dando con sus huesos en Segunda.
En esa fatídica portería, Molina terminó pidiendo perdón entre lágrimas tras consumar el descenso, mientras la afición coreaba su nombre, consciente del gran compromiso del de Alcoy con el escudo. Ayer, esa misma afición aplaudió con estruendo a Boyé cuando abandonó el terreno de juego, conocedora también de la pena que invadía al delantero después de no poder brindar la victoria.
Por suerte, en esta ocasión, tanto el Granada como Boyé tienen tiempo para revertir la situación y dejar ese penalti marrado en una mera anécdota, aunque para ello tendrán que remar con insistencia, sin margen de error, ya que las opciones de ascenso directo sí que parecen evaporarse tras no lograr el triunfo contra el Elche.
Los rojiblancos completarán cuatro entrenamientos antes de medirse al Málaga
El lateral volvió a jugar dos meses después y rindió a buen nivel