La afición mostró su frustración a la salida de los jugadores
Suárez, Arias y Bacca fueron de los más increpados. Aplausos unánimes para Molina, que dio la cara ante los seguidores, y Maximiano
Una vez que los futbolistas del Granada abandonaron el terreno de juego, tras varios minutos de aguantar el chaparrón, el punto de encuentro para la afición se concentró en los aledaños del parking principal del ‘Nuevo Los Cármenes’. Allí, varios centenares de seguidores esperaron a la salida de los jugadores, pero, en especial, la de Patricia Rodríguez, algo que se produjo a altas horas de la madrugada y ya sin nadie en la calle Pintor Maldonado.
La frustración se reflejó en los rostros de los aficionados y también en el momento en el que algunos abandonaron las instalaciones del Zaidín. En especial, Luis Suárez, que lo hizo escondido en el taxi, Carlos Bacca, Santiago Arias o Yan Eteki, quienes fueron los que más reproches se llevaron.
Otros, en cambio, salieron en sus vehículos entre aplausos. Luís Maximiano se llevó una ovación unánime, al igual que Carlos Neva. Pero, el momento más emotivo fue cuando Jorge Molina hizo aparición. Antes de entrar en su coche, se acercó a los aficionados para pedirles perdón y confirmar que seguirá luchando con la elástica rojiblanca horizontal en Segunda División.
Además, Manolo Lucena, que también fue aplaudido al completo, bajó su ventanilla para lanzar unas palabras a la afición. Más tarde salió Pep Boada, ya con muy poca gente a la espera, y bajo la expresión de “lo siento” se marchó.
El jugador del Elche CF destacó del cuadro rojiblanco que es un equipo "que se junta muy bien y con grandes individualidades"
