Bajar la mano
CONTRACRÓNICA | Varios jugadores desperdiciaron la oportunidad de reivindicarse
La Copa suele ser una oportunidad única para que los futbolistas menos habituales levanten la mano y muestren su mejor versión, un escaparate inmejorable para reivindicarse, pero también, como ocurrió contra el Getafe, se puede convertir en un cadalso donde quedar retratado.
Trigueros regresaba a un once tiempo después con la misión de llevar el timón del equipo, responsabilidad que le superó, sobrepasado por el ritmo y la intensidad del duelo, lo que le llevó a llegar un segundo tarde a cada disputa y a una demora alarmante en la toma de decisiones con el balón en los pies, siendo incapaz de manejar el juego rojiblanco.
Unos metros más arriba, Weissman se mostró voluntarioso durante todo el choque, lo mínimo que se le puede exigir a un futbolista profesional, pero volvió a estar negado ante la portería rival y cuando consiguió marcar lo hizo en posición antirreglamentaria, evidenciando que, además de extremos, el club debería buscar en el mercado un nueve que complemente a Uzuni y que pueda competir con Boyé cuando el argentino reaparezca.
Tsitaishvili, uno de los pocos habituales que formó de inicio, cuajó, y ya van unos cuantos esta temporada, un partido gris e intrascendente. El georgiano volvió a mostrarse intermitente, desapareciendo durante varios pasajes del choque, además de ser estéril en los duelos, incapaz de superar a su par para darle profundidad al ataque nazarí.
Con bajas importantes en la parcela ofensiva, Escribá tuvo que recurrir a Corbeanu y Jozwiak, una pareja bajo sospecha que volvió a dejar un regusto amargo en el paladar de la parroquia rojiblanca.
El polaco lo intentó con tesón y llegó a generar ciertas ventajas por su costado, pero volvió a errar en la toma de decisiones en los metros finales, desperdiciando algunas oportunidades que podían haber cambiado el desenlace de la eliminatoria.
Más apagado estuvo Corbeanu. El extremo canadiense ni está ni se le espera y ante el Getafe pareció estar escribiendo su epitafio como rojiblanco, con una actitud cuestionable sobre el césped, casi indolente cuando la clasificación estaba en juego, algo reprochable para un futbolista profesional.
Igual que las buenas actuaciones tienen repercusión positiva, Escribá debió tomar ayer buena nota del rendimiento ofrecido por varios futbolistas para actuar en consecuencia y tratar de elevar el nivel competitivo de cara al segundo tramo de la temporada.
El precio de mercado del plantel rojiblanco se ha reducido en siete millones
El guardameta se mostró satisfecho con su partido en zona mixta
